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3 de abril de 2024

Profesionales APS se capacitan en fragilidad para una mejor atención de personas mayores

Con el objetivo de desarrollar habilidades y conocimientos específicos en profesionales de Atención Primaria para la identificación temprana, evaluación y manejo integral de la fragilidad en personas mayores, las Subdirecciones de Gestión Asistencial y Atención Primaria del Servicio de Salud Magallanes, coordinaron la realización del curso “Fragilidad en personas mayores, herramientas para APS”. 

El curso desarrollado en dos jornadas, contó con participación de profesionales médicos, kinesiólogos, enfermeras y terapeutas ocupacionales de los CESFAM y CESCOF de Punta Arenas y Puerto Natales, además de profesionales de los hospitales comunitarios de Puerto Williams y Porvenir, de acuerdo a lo señalado por Pablo Oyarzun, kinesiólogo y referente de la Red de Rehabilitación del Servicio de Salud Magallanes.

Señalando el profesional kinesiólogo que, el concepto de fragilidad se acuñó para describir un estado de vulnerabilidad aumentada frente a factores de estrés, lo que resulta en un mayor riesgo de eventos adversos para la salud, como caídas, hospitalizaciones, discapacidad y mortalidad. “La fragilidad se considera un fenómeno multidimensional que abarca aspectos físicos, psicológicos y sociales y se ha desarrollado para comprender mejor la complejidad de la salud en las personas mayores, ya que la vejez está asociada con cambios fisiológicos, disminución de la reserva funcional y mayor susceptibilidad a enfermedades crónicas. La fragilidad no se limita únicamente a la presencia de enfermedades, sino que también tiene en cuenta la capacidad de recuperación y adaptación del individuo frente a eventos estresantes”, indicó Pablo Oyarzun.

Por su parte, la Dra. Paola Balcázar, geriatra del Hospital Clínico de Magallanes y docente del curso, expreso que para medir la fragilidad se utiliza el Clinical Frailty Scale (CFS), o Escala Clínica de Fragilidad, “que es una herramienta específica utilizada para evaluar la fragilidad en personas mayores. Fue desarrollada por geriatras para proporcionar una evaluación rápida y global de la fragilidad clínica y clasifica a las personas en diferentes niveles de fragilidad, desde muy en forma hasta muy frágil, siendo la observación fundamental para evaluar la capacidad funcional e independencia de la persona en sus actividades cotidiana, así como en la presencia de enfermedades crónicas”, acotó.

Además, la Dra. Balcázar consignó que la importancia de medir la fragilidad con esta escala clínica radica en, “es un predictor importante de resultados adversos en la salud de las personas mayores, como hospitalizaciones, discapacidad y mortalidad; permite a los profesionales de la salud diseñar planes de cuidado personalizados que se centren en las necesidades específicas de cada persona, teniendo en cuenta su nivel de fragilidad; a través de la identificación temprana, permite la implementación de intervenciones preventivas y terapéuticas dirigidas a mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de complicaciones y, es útil para evaluar la efectividad de intervenciones y tratamientos específicos”, puntualizó la médico especialista.

Consignar que la fragilidad en personas mayores es un concepto clave para comprender la salud en el envejecimiento, y la medición con herramientas como el Clinical Frailty Scale es crucial para identificar y abordar de manera efectiva las necesidades de este grupo de población.